Aprende cómo envolver los artículos delicados en una mudanza, ya que mudarse puede ser un proceso de lo más interesante para muchas personas, para otras puede llegar a ser algo sumamente abrumador; sobre todo si consideramos que tendremos que transportar muchos objetos una cantidad considerable de kilómetros.

Los adultos no nos damos cuenta de las cosas que hemos acumulado hasta que llega el día en que no nos queda otra opción que hacer frente a ellas, y especialmente las mudanzas son uno de los eventos que nos harán tener que revisar nuestra casa para decidir que llevar y que no.

 

Envolver los objetos delicados en una mudanza resulta algo importante, por lo que conviene dedicarle un poco de tiempo para evitar problemas con los objetos que tanto queremos, sobre todo si son muy delicados.

¿Qué hacer con los objetos más delicados a la hora de llevar a cabo una mudanza?

¿Qué podemos considerar como objetos delicados? Esta es una pregunta que debe quedarnos muy clara pues, a diferencia de otro tipo de artículos como, por ejemplo, ropa; los artículos más delicados suelen ser propensos a romperse o a sufrir algún tipo de daño de manera muy sencilla.

Televisores, platos de cocina, cuadros, copas de vidrio y pantallas pueden ser considerados tranquilamente como objetos delicados.

Sabemos que una mudanza puede ser un proceso tedioso, pero, lo mejor que podemos hacer es tener un especial cuidado con estos objetos precisamente por la fragilidad que representan.

Ahora bien, por suerte para todos, hay varios consejos y “buenas practicas” que podemos emplear sin necesidad de tener un gran conocimiento en este campo y que nos ayudaran a evitar que estos objetos tan preciados (y al mismo tiempo delicados) sufran algún tipo de daño.

Consejos a seguir a la hora de tratar con objetos delicados en una mudanza

A continuación, vamos a comentar algunos consejos bastante prácticos y fáciles de ejecutar que nos permitirán desde el principio hasta el final poder llevar un control más o menos completo de esos objetos frágiles que vamos a tener que transportar con nosotros al que será nuestro nuevo hogar.

Evitemos transportar artículos frágiles que no nos harán ninguna falta

Sí, es cierto que, a la hora de envolver nuestros objetos, el tener una gran destreza y velocidad puede permitirnos ahorrarnos una gran cantidad de tiempo y esfuerzo. Sin embargo, no debemos apresurarnos para luego lamentarnos.

Antes de comenzar a realizar cualquier tipo de actividad relacionada con envolver un objeto, debemos detenernos y pensar si debemos transportar algún objeto frágil que pueda dañarse fácilmente en una mudanza. Llegados a este punto lo mejor que podemos hacer es crear un inventario sumamente detallado de las cosas que tenemos en nuestro hogar y, en el proceso, ir separando del resto los objetos más frágiles que tengamos en posesión.

Si acudimos a las personas con mayor experiencia en todo lo relacionado con el mundo de las mudanzas encontraremos una respuesta bastante clara: aquellos artículos que sean frágiles y que no se hayan usado en un periodo de uno o más años, no son recomendables llevar en una mudanza; la mejor alternativa es vender, regalar, subastar o directamente desechar estos objetos según las circunstancias de cada individuo.

Encontrar los materiales correctos para el empaquetamiento

Uniendo este punto con el anteriormente comentado, uno de los requisitos más importantes antes de proceder a envolver artículos que sean muy frágiles es tener a nuestra disposición los suministros de embalaje adecuados.

No es para nada recomendable que nos saltemos este paso o le demos una menor importancia a la calidad del material de nuestro envoltorio; podría arruinar de maneras muy espectaculares nuestra mudanza.

Lo que se recomienda tener en cuenta a la hora de empaquetar cualquier tipo de objeto que pueda ser considerado como “frágil”, en términos generales, es lo siguiente:

• Cajas solidas de cartón: Hoy en día es sumamente sencillo no solo adquirir cajas de cartón, sino encontrarlas directamente de segunda mano en condiciones más que excelentes.
• Papel para embalar: Usualmente vamos a hacer uso de una gran cantidad de este papel que, además suele ser bastante suave al tacto.
• Plástico de burbuja: El material de toda la vida relacionado con el empaquetamiento. El plástico de burbujas es vital para mantener la integridad de cualquier objeto que podamos considerar como frágil a la hora de realizar una mudanza. Lo ideal es adquirir unos cuantos royos de este plástico de burbujas pues, una vez llegado el momento de la mudanza, es mejor que sobre a que nos falte y luego nos encontremos en un verdadero problema.
• Cinta de embalaje: Probablemente la mejor cinta que podremos encontrar ahí fuera en el mercado en lo que se refiere a dar el toque final para sellar nuestra caja y que todo quede a buen resguardo y pueda sobrevivir a todo el proceso de mudanza.

Preparación de las cajas

Preparar las cajas que vamos a utilizar para guardar los artículos más delicados antes de que se realice la mudanza es uno de los procesos más importantes que debemos llevar a cabo. Es casi tan importante como la mudanza en sí misma.

En lo que a las cajas respecta, será necesario que tomemos en cuenta tres puntos de vital importancia para asegurarnos de que nuestros artículos lleguen intactos sin ningún tipo de rasguño.

• Inspeccionar con mucho detenimiento las cajas y tratar de encontrar cualquier tipo de daño o desgaste a su estructura. Aquí debemos estar muy atentos a cualquier cosa, desde un mal golpe hasta un posible daño por algún liquido (agua).
• A modo de aumentar considerablemente la seguridad de la caja, una cosa que se recomienda es que, tanto para la parte inferior como para cada uno de los lados, se haga uso de un seguro adicional para evitar posibles roturas; sobre todo si la caja en cuestión va a tener que llevar un peso considerable.
• Hacer uso de un papel arrugado puede ayudar mucho a incrementar la protección dentro de la caja. Este tipo de papel puede ser el típico que nos encontramos en los diarios de información. Se coloca en la zona inferior de la cada, de forma que tengamos una mayor amortiguación y protección contra vibraciones o golpes indeseados.

Envolver los objetos más frágiles con mucho cuidado

Llevar a cabo lo que podríamos denominar como un correcto empaquetado de todos los objetos delicados que tenemos en nuestra casa y que van a tener que sufrir una mudanza no es otra cosa que seguir una serie de normas de seguridad que, por lo general, suelen contar con mucho consenso, al menos en el mundo de las mudanzas.

Dicho esto, estos son los puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de envolver nuestros objetos más frágiles.

• Antes de hacer cualquier cosa, lo mejor es tener cerca de nosotros (en una zona segura) todos los objetos hemos considerado como “frágiles” y que vamos a llevar con nosotros en la mudanza.
• Debemos instalar una zona de empaquetado. Esta debe contar con una superficie limpia, plana y muy estable para evitar cualquier problema. En algunos casos, las mesas ubicadas en las cocinas pueden llegar a cumplir con todos estos requisitos.
• Lo ideal es hacer uso de cajas pequeñas o medianas si lo que vamos a guardar son objetos sumamente delicados. Entre otras cosas, los contenedores más grandes suelen ser muy pesados y son más difíciles de levantar, mover y, en general, transportar.
• Primero debe aplicarse el papel suave y luego si podemos hacer uso del papal de burbuja encima de este para lograr una protección lo suficientemente buena y que se protejan muy bien los objetos una vez hayan sido colocados dentro de la caja o recipiente donde serán transportados.
• En la medida de lo posible debemos evitar hacer uso de papel de diario para envolver artículos que sean delicados y que tengan superficies muy frágiles. Esto se debe, principalmente, para evitar manchas de tinta.

Rellenar las cajas y evitar tener espacios vacíos incomodos

Una vez que hayamos pasado por todo el arduo proceso de guardar todas las cosas delicadas en cajas, es momento de que nos aseguremos de que todas las cosas que hemos envuelto no tengan mucho margen de movimiento dentro de sus respectivas cajas en el momento en que se lleve a cabo el transporte.

La idea es lograr un elevado nivel de movilidad y, para esto, lo que se suele recomendar es colocar fajos de papel, pequeñas prendas de vestir, toallas o incluso piezas de envoltura de papel de burbujas. Todo esto se hace siempre con la finalidad de que los objetos tengan el menor margen de movimiento posible y se evitan golpes indeseados que puedan dañarlos.

Aunque no lo parezca, el proporcionar la suficiente cantidad de relleno para los artículos más frágiles que tengamos que transportar es, al final del día, la clave para que estos puedan llegar intactos y que no ocurra ninguna desgracia durante y después de realizada la mudanza. Toda medida de seguridad debe ser considerada con este tipo de artículos.

A modo de alternativa, siempre podemos tratar de hacer uso de corchos de embalaje o algún tipo de espuma de amortiguación para facilitar las cosas y lograr esa absoluta inmovilidad en los artículos que hemos puestos en las cajas. Sin embargo, esto puede significar que tengamos que gastar un poco más de dinero.

No nos olvidemos de etiquetas todas y cada una de las cajas

En líneas generales las personas suelen pasarlo por alto, por lo que es uno de los peores errores que se pueden cometer. Etiquetar todas las cajas, especialmente las que contienen cualquier tipo de artículos que pueda ser considerado como frágil, es de los momentos más importantes antes de realizar la mudanza. Un correcto etiquetado puede llegar a aumentar la posibilidad de identificar los objetos más frágiles cuando sea el momento de transportarlos.

Y cuidado, no necesariamente tenemos que comprar alguna cinta especial con las palabras “frágil”. Muchas veces nos bastara con escribir las palabras “frágil” y “tratar con cuidado” con letras grandes y de algún color como el negro o el rojo.

Se recomienda hacerlo en, al menos, dos lados de la caja. También se recomienda aprovechar este momento para añadir la ubicación de los objetos que se encuentran dentro de la caja, por ejemplo: “Platos” o “cocina”.

Tener mucho cuidado al transportar los objetos

Si decides evitar todo el dolor de cabeza que supone envolver por nosotros mismos los objetos delicados y hayamos dejado todo en manos de empresas profesionales de mudanzas, debemos ser sumamente cuidadosos a la hora de mover las cajas en donde se encuentran los objetos más delicados que hayamos decidido traer con nosotros en la mudanza.

Debemos tener especial cuidado a la hora de mover las cajas al vehículo de transporte, para luego cargarlas de una manera segura y dejarlas dentro del nuevo sitio al que nos estamos mudando.

Del apuro no sacamos nada de provecho; cuidar nuestros pasos, no apresurarnos, agarrar con firmeza cada caja, toda precaución es necesaria. Podemos incluso hacer uso de correas en el vehículo que va a ser el encargado de transportar todas nuestras cosas para aumentar la protección y que las cajas se mueven lo menos posible.

Recordemos que siempre están disponibles los profesionales

Debemos tener muy en claro que las mudanzas son procesos tediosos que, además, suelen llevar mucho tiempo. Lo ideal es planificarlas con anticipación para que podamos organizar todo, las cosas que vamos a dejar, lo que nos vamos a llevar, que cosas regalaremos o subastaremos, etc.

Ahora bien, debido a este engorroso proceso, siempre tenemos la opción de consultar a una empresa especializada en el tema de las mudanzas. Usualmente tendrán a nuestra disposición diferentes servicios y, algunas de estas empresas, incluso cuentan con un servicio especial el cual se encargará de todo lo relacionado con el embalaje de nuestros objetos, incluyendo aquellos que hemos considerado como “frágiles”.

Sí, es cierto que este tipo de empresas suponen un gasto adicional y las mudanzas, aun realizando por cuenta propia, pueden llevarse una buena parte de nuestro de nuestro dinero.

Sin embargo, de tener la posibilidad, nunca es mala idea considerar este tipo de alternativas. Principalmente para quitarnos dolores de cabeza y hacer que todo fluya de una mejor manera.